Tras ocho años y medio jugando en La ermita, por primera vez en mi vida vi un partido de mi equipo desde la grada. Desde que juego aquí sólo me había perdido dos partidos, uno en Lorquí el mismo día que nació Julia, mi segunda hija y otro contra el Algar, que fue un simulacro de partido en la última jornada de hace dos años y en la que ninguno de los dos equipos nos jugábamos nada, así que como me dolía la espalda, decidí reservarme para los playoffs. Fui a ver el choque, pero me senté en el banquillo y la tensión fue nula, hasta el punto que perdimos aquel partido contra el último clasificado de la liga.
El sábado pasado la historia fue diferente. En el último entrenamiento Nico me dio un rodillazo en el dedo, pero desde el principio noté que no era un golpe normal; dolía más de la cuenta y en un sitio distinto al habitual. Las radiografías dijeron que no estaba roto, pero el dolor al tocar (simplemente tocar) el balón era brutal, demasiado como para aguantarlo constantemente. Como además estaba confirmada la presencia de 10 compañeros para el partido, pues me puse la chaqueta del equipo, cogí a mi hija mayor y nos fuimos en autobús a Murcia a ver a capuchinos contra nuestra ermita. Me senté y pronto aparecieron Guishermo y House, pero la estrella principal de la grada era Edurne, que no paró de abuchear a los Capuchinos en los tiros libres, de mendigar patatas fritas al resto del público y de hacer volteretas y cabriolas en todo momento. Su jugador preferido de nuestro equipo es Chema, y no dudaba en demostrarlo a cada instante. Se lo pasó genial, y a mí me encantó "disfrutar" de un partido con ella. Por cierto, es verdad eso de que se sufre más en la grada que en el campo o el banquillo.
Respecto al partido, poco que contar. Ganamos por 13 en un buen partido colectivo...tendré que faltar más veces, que Pablo se encargó de romper al principio (cerca de 20 ptos en el primer cuarto) y luego en la segunda parte, a cada embestida de los pistacho, Julio sacaba el estoque y daba un pescozón. No voy a decir que entre los dos ganaron el partido, pues se defendió muy bien, pero la primera parte de Pablo y la segunda de Julio estuvieron bien, qué coño.
Esta semana recibimos al Marme, a ver si hay suerte...
Por cierto, con horario de profesionales; jugamos el sábado a las 21:00h, y sí, digo jugamos, que el dedo ya duele menos.
Se acerca el invierno.
caaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalvo
Hola a todos:
ResponderEliminarSoy Juanillo, el calvo peor, esta noche no falto a la cena por nada del mundo. Ex-compañeros, os quiero mucho... pero sin mariconeos ¿eh?
Me muero de ganas de que me contéis cómo lleváis las cosas por el parquet y por las casas.
Aunque me manifieste poco en el blog, os puedo asegurar que me acuerdo muchísimo de vosotros.
Todos los jueves siento una lanza que me atraviesa el pecho por no poder ir a veros y pasar un rato de alegría en La Esquina.
YA ESTOY DE VACACIONES, y sin paga de navidad, claro.